miércoles, 25 de julio de 2007

Lo que la Copa nos dejó

Hace ya 10 días terminó la Copa América Venezuela 2007 y antes de conocer los resultados relacionados con el retorno de inversión por parte del as fuentes oficiales, me gustaría analizar lo que la copa nos ha dejado COMO TAREA PENDIENTE en cuanto al desarrollo del deporte nacional.

Innegablemente, el simple hecho de que tan magno evento se llevase a cabo en nuestro país traía implícito un avance deportivo, un gran paso dado por nuestro país, gracias al fortalecimiento de la infraestructura deportiva para la práctica del fútbol. Ahora, equipos recién ascendidos como Unión Lara o Guaros de Lara (hasta que se decida cual jugará allí y cuando comenzará a hacerlo, pues el gobierno regional quiere terminar el estadio primero) cuentan con un estadio de primer nivel para sus partidos. Sin embargo, primero hay que terminar lo que se comenzó. La Copa gozó de un gran éxito entre los aficionados debido principalmente a la gran calidad futbolística presentada por las selecciones, acentuado esto con la mayor cantidad de goles marcados en Copa América alguna; por ejemplo, el gran juego realizado por Argentina en el Metropolitano de Barquisimeto hizo que el público olvidara por completo que estábamos en el estadio más atrasado del evento (en mi opinión, le falta por lo menos el 25%).

Entonces, tomando en cuenta que de los 3 estadios construidos, solo el de Mérida ha sido erigido en su totalidad, el gobierno nacional y FEVEFUTBOL tienen que considerar que es tarea obligatoria terminar los estadios que no pudieron ser culminados, por lo menos para principios del año próximo. Igualmente se deben terminar las labores de remodelación de los 6 estadios restantes en un período igual o menor.

Por otra parte, se debe pensar en paliar los fallos organizativos que se hicieron presentes durante el desarrollo del torneo, siendo el primero (y el más grande) el de las entradas, situación que no podemos permitir se repita en el caso de que un evento de esta magnitud se realice en el futuro en nuestro país. Así mismo, los fallos en transporte y hospedaje deben ser compensados, pues fueron estos elementos que cambiaban dependiendo del desarrollo de la ciudad sede y es algo que debemos intentar uniformar y homogeneizar a nivel nacional.

Otro de los elementos que hay que componer es la preparación del voluntariado, pues eran estos grupos de jóvenes cuya única función era informar en los estadios cuales eran los accesos y salidas de los mismos y la ubicación de servicios, pero muchos desconocían información básica para el público asistente relacionada con hospedaje y transporte e incluso, el torneo como tal. Por ejemplo, una amiga que fue voluntaria de prensa en Mérida, me preguntó (aún cuando ya había asistido a un par de reuniones del grupo de voluntarios) el día del juego Venezuela-Honduras, realizado con la finalidad de inaugurar el estadio, el día 25 de Mayo, si ese día comenzaba la Copa; días después, le consulté alguna información relacionada a qué hoteles de la ciudad habían pasado a ser 4 ó 5 estrellas y tampoco supo responderme. Esto es algo que no podemos permitir en personas que se encargarán de brindar ayuda e información a aficionados de otros países. Por otra parte, la compensación a los voluntarios de prensa es algo que deben enmendar los entes organizativos de estos eventos, pues me comentó también mi amiga en cuestión que aunque trabajaban todo el día, solo les facilitaron transporte y algún snack (que más bien parecía un aperitivo), llegando al descaro el Comité Local de sugerirles a los voluntarios que se pusieran de acuerdo para comprar entre ellos mismos agua. No me pregunto entonces el por qué el desinterés mostrado por muchos de estos voluntarios para con el evento.

Finalmente, queda la tarea de lograr que el público local demuestre por el fútbol nacional el mismo interés que mostró en la copa. Es esta la tarea más titánica que tiene FEVEFUTBOL, y por lo demostrado en los últimos días, la que menos le interesa. Digo esto último por la polémica en torno a jugar los 9 partidos de cada fecha del torneo de Primera División un mismo día a una misma hora, un absurdo para cualquier aficionado al fútbol. La Federación tiene que concienciar que para que el torneo local genere expectativa en el público nacional, debe facilitar el acceso a éste. Por ejemplo, si se dividiesen en 2 o 3 días los partidos, yo podría ir a ver un sábado algún partido en el Vigía y el día siguiente ir a ver el de Estudiantes; ni hablar de ciudades con más de un equipo como Barquisimeto o Caracas. Igualmente, la división de la fecha permitiría (aparte de la lógica multiplicación de patrocinantes en medios de comunicación, estadios y sponsors de clubes) que los canales nacionales, Meridiano Televisión o VTV, transmitan más de un partido en vivo de la fecha. Pero con la propuesta actual, solo será posible ver un partido en vivo por televisión (dudo que VTV transmita los días que “Aló Presidente” se extienda hasta las 4 de la tarde, hora de comienzo de los partidos) y eso si no se asiste al estadio, pues si yo voy al estadio, para ver el juego que transmita Meridiano TV, tendré que dejarlo grabando, pues será a la misma hora en la que no estaré en casa. Tiene que comenzar a considerar la FEVEFUT que para que su deseo de realizar un Mundial de Fútbol se realice, primero la selección nacional debe clasificarse a uno, y si se espera que esto ocurra en el 2010, debemos trabajar en pro del desarrollo del fútbol local, de donde salen los jugadores que nutren a la Vinotinto.

Sin duda que la idea de que se realice aquí el Mundial de Fútbol 2014 es prácticamente un sueño inalcanzable, pero si me atrevería a afirmar que corrigiendo los errores de la Copa América 2007, estamos en plena capacidad de ser sedes de un Mundial de Fútbol Sub 20; digo esto, tras haber visto el Mundial Sub 20 de Canadá, donde la poca asistencia a muchos partidos demostró que no es un país “futbolero” y además donde fue evidente que muchos estadios no se encontraban aptos para este torneo, como el terrible terreno de juego del “Frank Clair Stadium”, en Ottawa, donde se llevó a cabo el partido Argentina-México de cuartos de final, aparte de otros 7 encuentros más.

Concluyo entonces en que más allá de analizar los resultados de la Copa América basándonos en el retorno de inversión, debemos ver detrás de ello y dedicarnos a corregir las fallas mostradas, en pos de que sea nuestro país tomado en cuenta de nuevo en un futuro para la realización de un evento similar y que no se repita lo ocurrido tras los Juegos Panamericanos de Caracas 1983.

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