jueves, 19 de julio de 2007

Entradas, Oh Benditas (¿malditas?)Entradas!!!

La razón por la que esperé hasta el final de la copa para redactar este post es la esperanza que albergaba (y me imagino que todo el país también) de que el problema de las entradas se solucionara POR LO MENOS para la final, que al menos el último día todo funcionara como debía funcionar, pero obviamente, no fue así.

Todo comenzó hace 5 meses, a finales de febrero, cuando la Federación Venezolana de Fútbol anunciaba que a partir del 15 de Marzo saldría a la luz pública toda la información concerniente a las formas de adquirir las entradas para la Copa América Venezuela 2007. La empresa encargada de llevar a cabo el proceso de venta de boletos para el torneo era Delujo Promociones, presidida por Luís Muchacho, la misma empresa delegada a la venta de entradas de los partidos oficiales de la selección de fútbol de nuestro país.

Pasaban las semanas y nadie decía nada, no había información oficial por parte de ningún organismo y comenzó el “peloteo” de culpables. En algún momento, consiguieron la excusa perfecta para el retraso en la venta de entradas, la duda en cuanto a la capacidad definitiva de los estadios, basando esto en los graves atrasos en los estadios de Barinas y Barquisimeto. Finalmente, la información fue publicada a finales del mes de Abril y se anunció que se daría inicio a la venta de las entradas el jueves 10 de Mayo.

Como era de esperarse acorde a los antecedentes, el 10 de Mayo la página de Delujo Promociones estaba inhabilitada, solo se pudo comprar por vía telefónica y, según la información suministrada por la empresa, se vendieron el primer día, trabajando con 30 operadores y en horario restringido, 18 mil entradas, lo cual, aún calculando que hubiesen trabajado las 24 horas del día y que se vendían a 3 entradas por cliente, nos da una cifra de algo así como 7,5 minutos por cada cliente, considerando que el proceso incluía toma de nota de los datos del cliente, dirección de residencia y envío, orden de compra y posterior pago y verificación del mismo . Vaya, estos operadores de Delujo si que son unas máquinas eh?

La página comenzó a funcionar finalmente el viernes 11 alrededor del mediodía con muchísimos problemas. En un principio se anunció que seria posible cancelar con cualquier tarjeta de crédito y débito y al final, el primer día solo se podía pagar con tarjeta de crédito del banco Venezuela; por otra parte, cuando finalmente se podía ingresar a la página y hacer el pedido, en la orden de compra aparecían partidos que uno no había seleccionado y en diferentes localidades. Un completo desastre. Pero por supuesto, las informaciones oficiales decían todo lo contrario. Delujo Promociones anunciaba el sábado que se habían alcanzado durante los primeros 2 días ventas de alrededor de 170 mil entradas.

Para el domingo 13, cuando Delujo anunciaba que ya se habían vendido más de 200 mil entradas y que la venta de entradas en puntos de venta comenzaría en todo el país en el transcurso de la semana por comenzar, el propio Ministro del Poder Popular para el Deporte, Eduardo Álvarez, haciéndose eco de la gran cantidad de quejas del público, anunció que seguiría muy de cerca el desarrollo del proceso de venta debido a la gran cantidad de irregularidades presentadas. Para el lunes 14, según Luís Muchacho, se habían vendido, pese a las fallas en los sistemas, 416 mil entradas. En el transcurso de la semana se fueron solventando algunos problemas y ya para el final de la misma Delujo anunciaba que se habían vendido en sólo 7 días todas las entradas disponibles vía Call Center e Internet, un total de 600 mil. Igualmente anunciaba que desde el lunes 21 de Mayo comenzarían a venderse en 11 puntos de venta de las 9 ciudades sedes un total de 110 mil entradas para quienes no habían podido comprar por Internet.

Una vez más, la ineficiencia de Delujo estuvo a la orden del día. En todos los puntos de venta se habilitó solamente una taquilla (al día siguiente por supuesto tuvieron que multiplicar dicho número) para atender a una cantidad de personas que había comenzado a hacer cola desde el día anterior y en algunos casos, desde el sábado. Por supuesto, el caos reinó en todas las sedes, pues mientras se manejaban cifras de 2 mil personas en las largas colas, por poner 2 ejemplos, en Mérida se atendieron 300 (el promedio en todas los puntos) y en Caracas solo 40 en uno de los 2 puntos de venta. Particularmente, yo tuve que esperar 29 horas para poder adquirir mis boletos y, de no ser porque los “clientes” de Delujo nos pusimos de acuerdo en hacer una lista desde el primer día de caos y respetarla durante todo el proceso, pudo haber sido mucho más tiempo. Eventualmente en el transcurso de la semana se vendieron todas las entradas disponibles. Habiéndose terminado el terrible proceso de venta de las entradas, solo quedaba esperar como se llevaba a cabo el proceso de envío de las mismas, el cual se había anunciado para por lo menos una semana antes de la inauguración de cada sede.

Tuvimos que esperar hasta el 23 de Junio, a solo 3 días del inicio del torneo, para que comenzara el proceso de canje de las entradas para quienes compraron en los puntos de venta y el envío de las mismas a quienes las adquirieron por Internet. El retiro en puntos de venta se realizó con bastante normalidad (por lo menos en Mérida, pero existen reportes de que en Maracaibo se canjearon las entradas el día jueves, un día antes del primer juego que allí se llevó a cabo), pero el envío vía correo certificado, eso es otra historia.

Desde el primer día y durante el transcurso de TODO el torneo, la escena se repitió a lo largo y ancho de las 9 sedes: gente esperando, desde tempranas horas del día, para poder retirar sus boletos (que supuestamente debían ser enviados a las direcciones suministradas y por lo cual se cobraron 25 mil bolívares) los mismos días en que se realizaban los partidos a los cuales asistirían. Muchos optaron por no ir a los partidos al no recibir sus entradas (a algunos les llegaron el día siguiente de la realización del partido), teniendo que cancelar reservaciones de pasajes y hotel; otros acudieron al mercado de reventa, en los cuales los boletos alcanzaban cifras de hasta 4 ó 5 veces su valor para los partidos de la primera ronda (hasta 10 veces más para las siguientes, llegando a dicho tope en la final), pero claro, como los venezolanos estamos acostumbrados al caos y a la ineficiencia de autoridades y empresas, la mayoría se arriesgo a movilizarse a las sedes y esperar durantes horas y bajo cualquier circunstancia climática hasta que pudiesen retirar las entradas, encontrándose muchos con la sorpresa de que no les daban las localidades por las que habían pagado sino que les daban cualquier otra, sin importar que fuese de menor valor. Nada que hacer, preferible ver el juego desde cualquier punto a no entrar y perder lo cancelado.

En el transcurso de los días la situación seguía igual y mientras tanto, el Ministro Álvarez solo decía “vamos a investigar”, lo mismo que durante el proceso de venta. Finalmente tuvo que tomar cartas en el asunto y se habilitó una oficina para recibir quejas (vaya solución) mientras que en los estadios se habilitaron puntos del Instituto Para la Defensa del Consumidor (INDECU) para quienes no recibieron sus entradas presentaran su queja, les sellaran sus ordenes de compra y con éstas, poder ingresar a los estadios; igualmente, el proceso de entrega de boletos fue traspasado a manos de las Fuerza Armada Nacional. La crisis fue tal, que el 29 de Junio, el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, anunció que su gobernación como organizadora iba a demandar a Delujo Promociones por daños y perjuicios y estafa agravada.

Para el primero de Julio, el Ministro Álvarez cometía un grave error (tal vez lo traicionaron conjuntamente subconsciente y memoria) y anunciaba, en respuesta a las numerosas quejas que afirmaban que el gobierno nacional había adquirido la mayoría de los boletos, que de las 660 mil entradas totales, los comités organizadores locales y extranjeros sólo se quedaron con 190 mil, 200 mil fueron entregadas en puntos de venta y el resto (270 mil) fueron comercializadas vía telefónica e Internet. ¿Acaso olvido el Ministro las declaraciones del señor Muchacho en las que afirmaba con bombos y platillos que se habían vendido en sólo 7 días y por estas últimas 2 vías, 600 mil entradas? ¡Tremendo fallo señor Ministro!

El 2 de Julio se anunciaba oficialmente que Delujo no enviaría más entradas y que las mismas debían ser retiradas en los estadios. Ese mismo día, en Maracaibo, el Alcalde Gian Carlo Di Martino afirmaba que el INDECU, por instrucciones del Vicepresidente de la República y Presidente de la Organización Copa América Venezuela 2007, intervenía oficialmente a la empresa Delujo Promociones. Por su parte, Luís Muchacho afirmaba que pese a los fallos en la entrega de boletos, todos los sobres estaban en las empresas de correo repartiéndose y que a las personas que no les habían llegado era porque “colocaron una dirección muy complicada” o porque “las compañías de repartición no han tenido la capacidad de entregarlos”. Denunciaba también Muchacho que grupos de personas llegaban a las taquillas a retirar los boletos con recibos falsos, lo que hacía más complicada la entrega y se retrasaba porque había que verificar la autenticidad de estos recibos.

Dos días antes del inicio de la copa, el día 24 de Junio, la CONMEBOL anunciaba que el partido de semifinales que se jugaría el 10 de Julio en el Estadio Olímpico de la UCV en Caracas cambiaba su sede al José Encarnación Romero de Maracaibo. La noticia no sólo producía gran tristeza en la comunidad caraqueña que se preparaba para ser sede de tan importante partido, sino que despertaba el temor de quienes habían adquirido los boletos para dicho encuentro, al pensar en cómo sería el proceso de devolución de éstos. Quienes deseaban, podían movilizarse hasta Maracaibo y los boletos serían válidos. El 6 de Julio las informaciones indicaban que los boletos a devolverse serían cambiados el sábado 7 desde las 8A.M. en las taquillas del Olímpico. Para variar, esto no ocurrió y muchos fanáticos pasaron varias horas en el sitio esperando; finalmente, el proceso se llevó a cabo al día siguiente.

El día 9 de Julio, a menos de una semana de que terminará el torneo y habiéndose hecho el problema de las entradas escenario común en todos los partidos, Samuel Ruh, Presidente del INDECU, declaró que se emprenderían acciones legales contra Delujo Promociones. “Vamos a garantizarle a las personas que se les devuelva ese dinero, y la apertura de un procedimiento administrativo a la empresa Delujo, que puede concluir en una multa que puede estar en 2 mil millones de bolívares”. Igualmente declaró que “estuvimos conversando con los ejecutivos de Delujo Promociones, quienes de alguna manera están en disposición de responder por todos los inconvenientes que se presentaron y todas las personas a quienes no les ha llegado la entrada a tiempo y que no pudieron entrar (a los estadios)”. Considera el Presidente del INDECU que la empresa debe cancelar viáticos y gastos de hotel a aquellos turistas que viajaron para ver los juegos pero que no pudieron ingresar a los recintos deportivos por falta de entradas. Son pocos los que albergan esperanza alguna de que esto suceda considerando el inmenso historial de impunidad que ostenta nuestro país.

Hasta el último día se vivió esta situación, convirtiéndose en la mancha negra del torneo, pero compensándose según voceros oficiales por el hecho de que “todos los estadios estuvieron llenos”. Se nota que ellos no tuvieron que comprar entradas. Aún así, el Ministro Álvarez declaró que al día siguiente de la final, el pasado lunes, en reunión con el Presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter, manifestó oficialmente la intención del gobierno nacional del albergar el Mundial de Fútbol 2014. ¿Será que de presentar formalmente un proyecto a la FIFA estaría Delujo Promociones como empresa distribuidora de boletos? No me extrañaría.

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